Llena de entusiasmo y constancia fuè siempre nuestra predica por la organizacion sindicalista revolucionaria de los obreros, hasta que se desarrollaron y fortalecieron algunas organizaciones gremiales, que con principios claros y definidos y con metodos de acciòn directa, diera vida pujante a la Federaciòn Obrera Regional Peruana que, cual ninguna instutuciòn representativa, encarò, con coraje, todas las reinvidicaciones econòmicas de los obreros, todas las protestas contra el abuso y el crimen autoritarios, asì es como contra las exacciones y estaduales que agobiavan al pueblo.
La F.O.R.P fuè un baluarte de defensa proletaria, fue tambièn un plantel de cultura sociològica: ella encarnaba: el espìritu emancipador de los obreros concientes; en ella actuaban los que, desdeñando dàvidas y posiciones de provecho personal, luchaban por el pan, la libertad y la Ciencia, que en el orden burguès, se les niega a los productores.
La F.O.R.P levantò muy alto el lema: »la emancipaciòn de los obreros tiene que ser obra de los obreros mismos»,y, de acuerdo con sus postulados fuè escencialmente antipolìtica, contraria a todo partido politico burguès u obrero, aunque estuvieran disfrazados del socialismo marxista.
La F.O.R.P era la representaciòn del verdadero sindicalismo revolucionario: cayò valientemente bajo la brutal represiòn de la tirania de ayer: la mayoria de su consejo federal fuè confinada en las islas San Lorenzo y el Frontòn y perseguidos su demàs militantes activos.
Despuès vino con la organizaciòn incolora de la Local de Lima, la desviaciòn hacia el bolchevismo que infiltraban en el movimiento obrero, los intelectuales de U.P. y ciertos obreros que, ipòcritamente se llamaban sindicalistas neutros.
Mas no se han perdido las ideas arrojadas en el surco proletario: en el paìs »hay obreros del campo, de la ciudad, de las minas y de los puertos que aùn recuerdan a la F.O.R.P. Y ofrecen su concurso para que se levante nuevamente.
Esta es la obra a emprender.
Hay que levantar el genuino sindicalismo Revolucionario haciendo una intensa y extensa propaganda contra todos los polìticos, contra todos los partidos con ansias de Poder.
Los obreros solos, mediante su organizaciòn, su solidaridad, su amplia educaciòn y su consciente rebeldia, son capaces de conquistar todas mejoras necesarias a su existencia, mientras llega el momento de hacer del sistema capitalista, una completa liquidacìon social, instaurando sobre sus escombros, la sociedad humana sin amos ni esclavos: todos hermanos en el trabajo y la libertad.
»La Protesta»
extraido del periodico anarquista: La Protesta, año XIX-N°148 – Lima, Noviembre de 1930, pag. 4