Organización de los primeros sindicatos y federaciones en América Latina.

Los anarquistas realizaron una amplia actividad de organización de sindicatos y oportunamente federaciones locales y nacionales a lo largo de nuestra América Latina. Puede decirse que fue el anarquismo la fuerza ideológica principal en la organización de la clase obrera en nuestro Continente. Lo más conocido por aquí, son los inicios bajo influencia libertaria del movimiento obrero en Argentina y Uruguay.

Sobre Argentina van relatados en otro lugar algunos episodios de importancia. La labor organizativa en el medio obrero en nuestro país es, en general, un hecho conocido. Por ello hoy damos preferencia a la información sobre esta labor libertaria en otros países del Continente. Es importante porque esta actividad, durante mucho tiempo, apareció opacada o distorsionada y hasta se reescribieron historias del movimiento obrero.

Con tal propósito hemos realizado en particular una síntesis general sobre la actividad anarquista en el medio obrero en Brasil. Además un pantallazo, documentando esta misma labor, en: Méjico, Chile, Bolivia, Perú y Cuba. Dejando, por razones de espacio, para una próxima oportunidad: Colombia, Venezuela, Ecuador y Puerto Rico.

Méjico

Méjico fue el lugar tempranera de esa labor de organización del movimiento obrero y popular y de difusión de ideas socialistas libertarias. De 1865 en adelante se verá avanzar esta actividad. En 1870 los anarquistas fundan el «Gran Círculo de Obreros de Méjico».

A esta altura se extiende el movimiento hacia el interior del país y se adopta la bandera rojinegra como símbolo del movimiento obrero.

Desde el comienzo de siglo el movimiento obrero de orientación libertaria se va entrecruzando con la amplia actividad revolucionaria del magonismo. Sobre el PLM y Ricardo Flores Magón hay en otra parte de esta Revista consideraciones con algún desarrollo.

Chile

En Chile, quizás el lugar más compartido con otras corrientes socialistas, realizó el anarquismo también la tarea de organización de sindicatos y promovió y participó en grandes eventos huelguísticos e incluso en el desarrollo de una huelga general revolucionaria.

En 1890 fueron los libertarios animadores principales de la importante huelga de los lancheros de Iquique. Huelga que se extendió a Antofagasta, Valparaiso, Concepción, etc. Las fuerzas represivas hicieron una matanza.

A principios de siglo se multiplicaron las Sociedades de Resistencia organizadas por anarquistas.

En 1903 los anarquistas participaron activamente en la huelga de los obreros de la Compañía Sud Americana de Vapores. La patronal era particularmente reaccionaria, los trabajadores fueron sangrientamente reprimidos. Respondieron incendiando la sede de la Compañía e intentaron hacer lo mismo con el periódico antiobrero El Mercurio.

En 1905 tuvo lugar la Semana Roja de Santiago. Fue un movimiento masivo y combativo donde los anarquistas estuvieron en primer plano. Un mitin fue salvajemente reprimido, se produjo un valiente enfrentamiento, el saldo fue el asesinato de unos 200 trabajadores. Un conjunto de gremios decretaron la huelga general en todo el país. El gobierno decreto estado de sitio y apeló al ejército. No obstante los trabajadores, con los anarquistas a la cabeza, trataron de tomar el palacio de gobierno. Por momento quedó bajo poder obrero la ciudad. Aquí fue llevada a la práctica la huelga general revolucionaria preconizada por los anarquistas y sindicalistas revolucionarios.

En 1907, hubo otra huelga, históricamente relevante, en la que los anarquistas estuvieron al frente, la de los salitreros de Iquique. Los trabajadores manifestaron en la ciudad portuaria y fueron cruelmente asesinados por el ejército en la plaza de Santa María. Cayeron bajo el fuego de metralla unos dos mil obreros, dentro de los cuales se encontraban mujeres y niños.

En 1919 anarquistas y anarcosindicalistas fundan la central obrera IWW a semejante de la norteamericana. Adoptó tácticas combativas y sus planteos fueron revolucionarios. Hizo alianza con la entonces peleadora Federación de Estudiantes. Juntos llevaron adelante diversas actividades.

En 1931 la corriente libertaria forma la Confederación General de Trabajadores.

Bolivia

En Bolivia distintos sindicatos y Sociedades de Resistencia se unieron y fundaron en 1908 la Federación Obrera Local de La Paz. En 1912 se fundó ya la Federación Obrera Internacional (FOI) donde predominaba la ideología anarquista y que adoptó como símbolo la bandera rojinegra.

La FOI fundó el primer periódico reconocidamente obrero: «Defensa Obrera». Periódico que puso al servicio de la campaña en procura de lograr las 8 horas de jornada diaria.

En 1919 con incidencia principalmente anarquista se libra una dura lucha por parte de los mineros de Huanuni contra el barón del estaño, Patiño. Los mineros conquistan las 8 horas.

En 1929 fue detenido el libertario Cusicanqui. La respuesta fue una manifestación de repudio, la cual fue violentamente reprimida. La FOL, orientada por la corriente anarquista integraba la ACAT (Central latinoamericana anarcosindicalista) a la que informa que además hay varios militantes perseguidos. Que el local de la FOL está bajo vigilancia policial. Cusicanqui fue confinado junto con su compañera y volvió a La Paz en 1930. Año en que se funda la Confederación Obrera Regional Boliviana que tuvo como órgano periodístico a «La Protesta»-

Perú

En los últimos años del siglo se organizaron los primeros sindicatos obreros en los que se advierte la orientación libertaria.

Hay una serie de huelgas y congresos obreros también sobre fin de siglo.

En 1904 se fundó la «Unión de Trabajadores Panaderos» con la directa participación de un grupo de anarquistas. El 1º de Mayo de 1905 se realizó el primer acto público en conmemoración de los Mártires de Chicago.

En 1907 los anarquistas promovieron una huelga de estibadores en el Callao y allí tuvieron el primer mártir de la lucha obrera del Perú, el compañero Florencio Aliaga.

De 1911 a 1926 salió el periódico «La Protesta» sacado por los líderes anarquistas más activos. Fue un vocero que planteó la necesidad de mejorar los métodos de organización obrera e impulsó la creación de sindicatos. Así fue naciendo el anarcosindicalismo que tuvo su principal base entre los textiles.

En 1912 los anarquistas organizaron la Federación Obrera Regional Peruana. La primera huelga general fue impulsada por libertarios en la industria textil en 1911.

La campaña por la jornada de 8 horas es impulsada por la FORP y grupos anarquistas específicos. Se folletos, manifiestos y periódicos se expresa esta sentida reivindicación obrera. En 1913 la Unión General de Jornaleros exigió: jornada de 8 horas y asistencia médica en accidentes laborales. Dio un plazo de 24 horas y de no ser satisfechas sus demandas iniciarían una huelga por tiempo indefinido. Poco después estalló la huelga general. A los jornaleros se unieron tipógrafos, panaderos, metalúrgicos, molineros y gasistas del Callao. El gobierno intentó intimidar a los huelguistas y movilizó la infantería y la artillería. Los huelguistas se mantuvieron firmes. Los obreros finalmente triunfaron y la empresa del muelle y dársena tuvo que aceptar las 8 horas reclamadas y la organización del servicio médico. La FORP continuó la campaña por las 8 horas. Hubo amenazas y estado de sitio por parte del gobierno pero la ola de huelgas no pudo ser detenidas. Después de muchas luchas, el movimiento obrero orientado por anarquistas logró en 1919 la definitiva implantación de la jornada de 8 horas.

Una movilización contra la carestía realizada en 1919 por el movimiento obrero tuvo como saldo fuerte represión. En la huelga del Callao, suspendieron sus tareas los muelles, las playas, las factorías, la aduana y fueron expropiados los comercios de la Plaza del Mercado. Además los barcos fueron impedidos de zarpar. Las tropas del ejército junto a las de marinería, chocaron con los obreros, quedaron varios muertos y heridos de ambos bandos. Inmediatamente la policía secuestraba de sus casas a los más conocidos militantes anarquistas. Los principales dirigentes de esta movilización Gutara, Fonkén, Barba, eran anarquistas. El paro continuó contra la carestía y por la libertad de los presos. Producto de la movilización los presos son liberados.

La actividad anarquista se extendió hacia el interior del país. En 1915 impulsan la huelga de los azucareros del valle de Chicana.

En 1920 un congreso obrero nacional decidió adoptar como guía para la acción colectiva el ideario anarquista y publicó sus resoluciones en «El Proletariado».

Más adelante los anarcosindicalistas fueron duramente reprimidos y perseguidos. El director de «El Proletario», Urmachea, fue condenado al exilio junto con un grupo de militantes.

Cuba

La primera huelga importante fue la de los obreros tabacaleros en 1866. Ese mismo año se fundó la Asociación de Tabaqueros. Con influencia importante de obreros españoles anarquistas se fundan las primeras sociedades obreras de Resistencia. Desde le periódico El Obrero se realiza una prédica tenaz: de difusión ideológica y en pos de la organización de los trabajadores.

En 1890 más de 3000 trabajadores marchan desde el Campo de Marte hasta el Skatin Ring, en el centro de La Habana, donde 15 oradores agitaron el problema de las 8 horas.

En 1892 se realiza el primer Congreso Obrero Regional. Aquí la corriente anarquista fue ampliamente dominante. Entre otras cosas el Congreso acordó luchar por las 8 horas de trabajo; organizar a los trabajadores de cada población; formar mas adelante la Federación de Trabajadores de Cuba. Se abordó con lucidez el problema de la discriminación del negro y se acordó dar combate a este infame problema.

En la década del 90 las huelgas se multiplicaron y se tuvo que enfrentar a la represión. En 1892 la policía invadió el Círculo de Trabajadores y cerró el Círculo de Trabajadores. «El Productor» fue clausurado y los anarquistas que se encargaban de su redacción fueron encarcelados.

El 1º de Mayo de 1900, Enrique Malatesta, da una conferencia en la Habana.

En la guerra de independencia los obreros anarquistas apoyaron a Máximo Gómes. Martí demostró, más de una vez, su simpatía por los anarquistas y su lucha. Participa junto a ellos en la creación de ligas y clubs en la emigración. Militantes anarquistas colaboran o integran el Partido Revolucionario Cubano de Martí. Un partido distinto, hecho para la liberación y de funcionamiento descentralizado. Algunos como el anarquista Ramón Rivero y Rivero son fundadores. Martí trató de demostrar la compatibilidad del ideal anarquista con el de la independencia, tal el ejemplo del discurso de 1892 en Tampa. Citaba varios conocidos anarquistas para fundar su opinión, dentro de ellos a Bakunin y Fanelli que habían luchado por la liberación de Polonia.

En muchas de las huelgas que arrojaron presos fue el abogado amigo de Martí, Horatio Rubens, quien se encargó de la defensa.

En 1899 se realiza la primer huelga general que es llevada adelante por los albañiles, exigían la implantación de las 8 horas. Esta huelga fue impulsada, en gran parte, por los anarquistas y fue violentamente reprimida por el gobierno militar yanqui. Durante la segunda intervención norteamericana, 1906-1909, hubo 28 huelgas, todas fuertemente reprimidas.

En la huelga de 1902, de los aprendices, la guardia rural dejó dos muertos y decenas de heridos. Por primera vez en la historia de Cuba los anarquistas lograron organizar a los trabajadores rurales en la Federación Local de Villa Clara.

En la huelga de los escogedores de tabaco de Yaguajay que duró casi un mes, quedaron 3 obreros muertos.

Hubo huelgas fuertes en el sector azucarero, en ferroviarios, en tabacaleros. En 1912 fue brutalmente reprimida la huelga de los ingenios azucareros de la provincia de Oriente. La expulsión de los obreros extranjeros estaba al orden del día.

En 1914, al principio de la guerra mundial, cerraron muchas fábricas. Los anarquistas organizaron un Comité para luchar contra el hambre. Este organizó en La Habana la marcha del hambre

La corriente libertaria desarrolló una labor intensa en el medio obrero. Entre 1917 y 1920 hubo más de 220 huelgas. El anarquista Alfredo López es figura destacada en la constitución del Sindicato General de la Industria Fabril. En este periodo son expulsados obreros españoles anarquistas, la prensa libertaria ilegalizada y hay persecución de las actividades obreras.

Es de acotar que desde 1890 a 1915 proliferan las publicaciones libertarias, en una intensidad semejante a las del Río de La Plata.

En 1922 se constituyó la Federación Obrera de La Habana, su secretario general fue el anarquista Alfredo López. Una de las tareas de esta Federación era trabajar para fundar la Confederación Nacional Obrera. Tarea que se concretó en 1925. La Confederación Obrera tuvo orientación anarcosindicalista desde 1925 a 1931

Pero poco después de la fundación de la Confederación los dirigentes anarcosindicalistas fueron perseguidos con saña, dos de los más destacados luchadores, Enrique Varona y Alfredo López fueron asesinados y muchos cayeron presos o tuvieron que exiliarse.

Estallaron grandes huelgas en 1931, las del Sindicato de Viveristas, duró siete meses; la del Gremio de Conductores y Motoristas que paralizó el transporte urbano durante un mes y medio. Estas huelgas estuvieron impulsadas por gremios obreros anarquistas. Los libertarios estuvieron activos también en la huelga general de 1933 que fue el fin de la dictadura de Machado.

Tomada de la revista: Lucha Libertaria, 1999 (Uruguay)

web: http://www.nodo50.org/fau/revista/lucha_99/org_primeros_sind.htm

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JESUS OSWALDO BALLIVIAN: ANARCHISM AND THE PRESS IN LIMA: THE CASE OF «LOS PARIAS»

ANARCHISM AND THE PRESS IN LIMA: THE CASE OF «LOS PARIAS»
BY
JESUS OSWALDO BALLIVIAN

THESIS
Submitted in partial fulfillment of the requirements
for the degree of Master of Arts in Latin American Studies
in the Graduate College of the
University of Illinois at Urbana-Champaign, 2010

Urbana, Illinois

Adviser:  Professor Nils Jacobsen

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Nos escriben: Mensaje del GEC a Humanidad

Nota Previa: En el anterior número de Humanidad se publicó el artículo ¿Todo el poder a los soviets? Las ideas que ahí se vertieron sobre la intervención de un miembro del GEC en un conversatorio, merecen, según el autor del texto que va a continuación, una aclaración. Aquí publicamos dicho mensaje aclaratorio, y como es obvio, el grupo Humanidad no comparte muchas de las ideas ahí expuestas.

Señor Anselmo Pérez:

Hemos recibido el último número de la prensa Humanidad (N° 16/noviembre 2010), en la cual se publica un artículo suyo titulado “¿Todo el poder a los soviets?”. En dicho artículo se describen y critican las posiciones planteadas por nuestra organización, en un conversatorio sobre la Revolución Rusa convocado el pasado octubre por la organización G.A.E.S.[1] Debido a que asumimos como erróneas y superficiales las descripciones que hace sobre nuestras posiciones teórico-políticas, tenemos la necesidad de aclarar algunos puntos que creemos necesarios. Para esto, dejamos atrás ambiciones individuales o personales con el objetivo de contribuir al debate y reflexión dentro de nuestra clase.

En la coyuntura actual se vive una aceleración y agravamiento de la crisis capitalista. Mundialmente, el capital ha declarado una guerra directa a las condiciones de vida de los trabajadores. Se está incrementando y ampliando hasta el extremo el desempleo, la miseria, las enfermedades, los sufrimientos físicos y síquicos. Pero en reacción a esto, nuestra clase no hace esperar su respuesta. Se están produciendo protestas, huelgas masivas, paros radicales, enfrentamientos directos. El desarrollo de luchas en Bangladesh, Grecia, España, China, Francia, Inglaterra, etc. son la prueba fehaciente de ello. El proletariado internacional está comenzando a despertar como clase. Se está dejando de creer en la diversa fauna izquierdista (tanto legal o radical), que por muchos años se ha presentado como la defensora de los trabajadores. Se está volviendo a tomar el rumbo revolucionario que se perdió luego de la máxima experiencia de lucha y toma de consciencia de nuestra clase; la oleada revolucionaria que surgió entre 1917 y 1921 en gran parte del mundo, principalmente en Europa. En este re despertar de nuestra clase, de retorno a las luchas masivas fuera de las barreras sindicales, donde reaparecen las asambleas abiertas y discusiones de base, es nuestro deber como organización comunista proletaria, propiciar el debate y la reflexión para el esclarecimiento del proletariado en su conjunto. Este es nuestro único interés al contestar sus planteamientos. Dejando claro esto, pasamos a dejar sentada nuestras posiciones sobre los siguientes puntos:


Sobre nuestra condición de clase.

En el artículo nos da el siguiente calificativo “jóvenes estudiantes del Grupo de Esclarecimiento Comunista (G.E.C.)”. Aunque este punto no sea algo trascendental para comprender los principios revolucionarios de nuestra clase, dejamos en claro que: los que militamos en el G.E.C. partimos, para definirnos, de nuestra condición y función social que ocupamos en el modo de producción burgués. Esto quiere decir que nos comprendemos como proletarios, no contamos con medios de producción, sólo tenemos nuestra fuerza de trabajo para vender, somos explotados y/u oprimidos por el capital y su Estado. No somos un grupo universitario o estudiantil, sino un grupo de jóvenes proletarios con consciencia de clase, que comprende su papel histórico y que por ende trabajamos políticamente para la abolición de las relaciones burguesas de producción, como para la destrucción de su forma política el Estado, y para la instauración consciente de la Sociedad Comunista. Con esto esperamos haber aclarado nuestra condición proletaria y no estudiantil.


Sobre el marxismo

En el artículo se menciona, sobre nuestras posiciones políticas, que “no se definen en ninguna de las clásicas tendencias marxistas (leninistas, stalinistas, maoístas, trotskystas, consejistas) sino que, al parecer, busca un camino diferente siquiera para no incurrir en los mismos errores de sus predecesores.”. Aclarar este punto es vital para que se comprenda el trabajo que realizamos como minoría revolucionaria, dentro de la lucha histórica de nuestra clase. Para tener claro la perspectiva revolucionaria del proletariado necesitamos comprender el modo de producción en el cual nos encontramos, tener una visión profunda e histórica de la base del capitalismo y entender la lucha de clases que produce la contradicción capital-trabajo, lo cual realizamos basándonos en la teoría marxista. Esta teoría revolucionaria, llamada marxismo, no la asumimos como invención de Marx o de Engels, sino como la sistematización científica y viva de la lucha real del proletariado, elaborada por sus minorías revolucionarias en el fragor de la lucha por la abolición de las cadenas de la esclavitud asalariada. El marxismo es una teoría viva que recoge dialécticamente el pasado y el presente de la lucha de clases, y los une en función al futuro y al objetivo revolucionario del proletariado; la abolición del capitalismo y la construcción del comunismo.

Para profundizar en este punto, tenemos que tener en cuenta que: a medida que el proletariado ha ido desarrollando su consciencia de clase, dejando atrás los intereses socialdemócratas y reformistas (por los que luchó cuando estaba recién en formación) y así asumiendo la lucha comunista, el marxismo se ha ido desarrollando. El mismo proletariado ha necesitado tener una comprensión real de su existencia como clase, ha necesitado romper con las ideologías idealistas y desarrollar una visión científica, materialista y dialéctica. Este empuje teórico que ha dado la clase en su lucha fue sistematizado, teorizado, conceptualizado por las minorías revolucionarias que surgen dentro de esta dinámica de lucha. Uno de los individuos que, contribuyó en la sistematización y teorización de las lecciones dejadas por la clase fue Carlos Marx. Pero de ningún modo las posiciones que defendió salieron del aire o de su “gran inteligencia”, fueron parte activa y viva de la lucha proletaria revolucionaria de la época. El punto de por qué lleva su nombre, es que justamente en los momentos cuando el proletariado rompió con el reformismo y utopía socialdemócrata, Marx pudo contribuir grandiosamente en la transición del socialismo utópico (donde no se comprendía el modo de producción burgués, donde no se conocía al sujeto histórico revolucionario, etc.) al socialismo científico, mostrando el fin comunista con una base científica, explicando las relaciones capitalistas, la naturaleza del Estado y la presencia en la historia de la clase proletaria. Reiteramos nuevamente que el marxismo no es una teoría de un hombre, sino de la clase misma, que se desarrolla y se nutre de la lucha proletaria internacional.

Ahora bien, nosotros reivindicamos el aporte de la lucha proletaria en general, y en particular el aporte que nos han dejado las organizaciones internacionales del proletariado: la Liga de los Comunistas donde participaron Marx y Engels (1847-52); las tres Internacionales (la Asociación internacional de los trabajadores, 1864-72; la Internacional socialista, 1884-1914; la Internacional comunista, 1919-28 – hasta su Tercer Congreso); y de algunas de las posiciones defendidas por Fracciones Comunistas que se fueron separando en los años 1920-30 de la Tercera internacional (la Internacional comunista) en su proceso de degeneración por parte de la contrarrevolución estalinista. Rechazamos por tal motivo las desviaciones leninistas, trotskistas, estalinistas, maoístas, etc. Ya que las consideramos como parte de las distorsiones que se han producido debido a la contrarrevolución surgida luego del aislamiento que sufrió la Revolución Rusa, y la derrota de la oleada revolucionaria, de 1917 a 1921 aproximadamente.

Por lo explicado anteriormente, podemos decir que no buscamos un camino diferente al desarrollado por nuestra clase en sus luchas contra el capital. Todo lo contrario, nosotros tenemos una historia, nos respaldamos en ella para avanzar en la actualidad. El marxismo es la teoría revolucionaria, que para nosotros, sistematiza científicamente las lecciones de la lucha de clases, la dinámica del capital y las acciones actuales de la clase para llegar al comunismo.

Sobre la contrarrevolución estalinista.

En el artículo se menciona que nuestro delegado en la ponencia, el c. José Rojas, “nos hizo ver lo novedoso de su posición marxista”. Pues bien señor Pérez, sería redundante aclarar este punto, en todo caso agregaremos que el marxismo no es una teoría salida de algún grupo autoproclamado marxista. El marxismo se alimenta y crece con la comprensión de la clase, de su papel histórico en la sociedad, de los aportes teóricos que se puedan hacer al sistematizar las lecciones de la lucha, etc.; no reinventamos el marxismo.

Queremos aprovechar este punto para mencionar que, luego de la degeneración de la Revolución Rusa, de la pérdida del poder de los soviets y la monopolización del poder por parte del Partido Comunista Ruso (en el Estado), se destruyeron y degeneraron las posiciones verdaderamente marxistas. El defender el capitalismo de Estado que hubo en la U.R.S.S., plantear que el social-imperialismo ruso era el socialismo, no es parte de los intereses del proletariado, por lo tanto no tienen ninguna relación con el marxismo. El mariateguismo, por ejemplo, defendió las posiciones enviadas desde Rusia por el régimen estalinista. Estas posiciones no tienen relación con los planteamientos revolucionarios de la clase, por más que los defensores de Mariátegui, como él mismo, se hagan llamar las vanguardias iluminadas del comunismo.

Y es que luego de que el estalinismo, que no es sólo de Stalin, sino de todo un régimen social capitalista, hizo con el poder en Rusia la destrucción de la revolución proletaria, sus posiciones fueron enviadas a todos los rincones del mundo como la “consagración y desarrollo del marxismo”. La II Guerra Mundial contribuyó a que la U.R.S.S. se dispare como potencia mundial junto a U.S.A., dejando el camino libre para que imparta sus manuales a diestra y siniestra dentro de nuestra clase. Este imperialismo, sólo financió guerrillas, defendió al capitalismo de Estado, explotó y asesinó en la miseria a millones de proletarios so pretexto de que el “socialismo era duro, pero era el camino al Comunismo”. Trotsky, hasta el día de su muerte, defendía a la U.R.S.S. y el único problema que veía en este régimen de capitalismo de Estado era al padrecito Stalin, a pesar de que los trotskistas reniegan a rabiar de Stalin, no son sino parte de la misma espada con que se mató la Revolución proletaria en Rusia. Estas críticas no son planteadas por posiciones nuevas, simplemente aclaran las posiciones que el marxismo siempre ha defendido. Desde la primera organización comunista, La Liga de los Comunistas – 1847, se plantea que la organización comunista “…persigue el derrocamiento de la burguesía y el dominio del proletariado, la supresión de la vieja sociedad burguesa, basada en el antagonismo de las clases, y la instauración de una nueva sociedad sin clases ni propiedad privada”.

Sabemos porque nuestra clase ha ido a la deriva, sin recobrar su memoria histórica. El estalinismo (y demás izquierdismo) sepultó las lecciones proletarias, vistió de rojo países y obligó a los jóvenes proletarios a que defiendan posiciones que nada tenían (ni tienen) que ver con sus intereses históricos como clase. Nosotros estamos plenamente convencidos que “la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la propia clase obrera” y no de vanguardias profesionales por más marxistas y comunistas que éstas se llamen.


Sobre el papel del Estado o Semi-Estado

En su artículo usted menciona que “el llamado por ellos (G.E.C) “Estado proletario”, no es sino un “semi-Estado”, o sea un estado en extinción. Claro que Lenin también sostiene lo mismo en su obra “El Estado y la Revolución”, es decir que se trataría de una recuperación de una idea olvidada por los autoritarios que han dominado hasta hoy el mundillo político “comunista”.” Pues bien señor Pérez y lectores en general, desde la perspectiva marxista nosotros nos tenemos que basar en la experiencia histórica de nuestra clase, en su lucha, para sustentar nuestras posiciones respecto al Estado. Las relaciones capitalistas de producción, que se basan en mantener a una minoría privilegiada con el poder económico, la burguesía, que vive de la extracción de la plusvalía y de asalariar a la gran masa desposeída de la sociedad, el proletariado, privada de medios de producción y creadora de la riqueza social, son defendidas y legalizadas por el Estado burgués. Este Estado no es otra cosa que el aparato político, ideológico y militar utilizado por la clase burguesa para perpetuar su sistema de explotación y esclavitud asalariada. El Estado existe dentro de las sociedad humanas cuando aparecen las diferencias de clase, siendo históricamente el aparato de las clases dominantes para oprimir y explotar a las clases explotadas (valga la redundancia). Rechazamos por tal motivo, la posición reaccionaria y burguesa, de entender al Estado como un ente neutro, imparcial, etc. Los izquierdistas comprenden al Estado como un aparato neutro, que depende del partido que lo maneje y dirija. Contrariamente, los marxistas, siempre hemos luchado, no por un querer idealista, sino por una necesidad histórica, por la abolición y destrucción del Estado de la burguesía, de su aparato de dominación económico, político e ideológico.

Por otro lado, nuestra clase en la actualidad no tiene el poder para decidir ni cambiar nada en su existencia; no tiene el poder para decidir por sí misma, depende del sistema mercantil capitalista. El proletariado solamente ha podido conseguir algún cambio social en su favor luchando como clase contra el capital y su representante político el Estado. La única forma que ha tenido y tiene el proletariado para cambiar su situación miserable en la sociedad es teniendo el poder para hacerlo; luchando contra el poder del Estado e imponiendo el poder proletario. Pero cambiar ciertas políticas capitalistas, lograr algunas reivindicaciones, etc. están muy lejos de ser una revolución social. Para que esto ocurra el proletariado tiene que tener el poder total de la sociedad, no quitarle el poder a la burguesía, sino imponer un poder revolucionario proletario para llegar al Comunismo. Esta situación se ha podido y puede concretarse, sólo cuando se ha llegado a un alto nivel de conciencia de clase, cuando el proletariado se ha organizado autónomamente, cuando se ha podido comprender el papel histórico y confiar en el proyecto comunista. En estas circunstancias la clase proletaria ha ejercido y podrá ejercer por la violencia un poder autónomo, un poder para abolir su forma explotada de existencia. Los consejos obreros, los comités de fábrica, las organizaciones proletarias barriales, han desplegado en momentos álgidos de lucha un poder alternativo al del Estado burgués, un poder que ha surgido de las entrañas de la clase para luchar contra las cadenas de la explotación. Este poder proletario es completamente diferente al poder opresor y explotador de la burguesía. Por eso dejamos claro que si bien asumimos la formación de un Partido Comunista Mundial, negamos tajantemente que sea este el que ejerza su poder, por el contrario es el proletariado mismo (con una firme conciencia de clase) se organiza e impone sus necesidades revolucionarias y colectivas contra las formas mercantiles de producción del capitalismo. Esto fue lo que surgió en la Revolución Rusa, el poder de los soviets. Lo que tenemos que tener claro, y es donde probablemente deslindemos con el anarquismo en general, es que este poder tiene que estar organizado y coordinado por un aparato que facilite la ejecución y administración de los intereses de los soviets, consejos obreros, comités de fábrica, etc. Este aparato se encargará de cumplir intransigentemente los fines que necesite el proletariado como clase para abolir la explotación por completo. A este proceso nosotros le llamamos dictadura del proletariado, o periodo de transición del capitalismo al comunismo; y al aparato que se encargará de llevar a cabo la imposición de los intereses del proletariado sobre los intereses del capital le decimos Semi-Estado. Por qué Semi-Estado?, porque el Semi-Estado no explotará a ninguna clase, por el contrario, será el instrumento de la clase proletaria y sólo servirá a sus fines revolucionarios. El Semi-Estado no será del Partido Comunista, sino será un órgano de la dictadura de los consejos obreros, una dictadura contra el rebrote capitalista, contra la reacción que quiera destruir la revolución proletaria, contra la ideología burguesa todavía imperante, como contra el capitalismo que siga existiendo en el mundo.

Luego de aclarar este punto, es conveniente mencionar que no tenemos, a profundidad una postura clara sobre el papel del Partido Comunista dentro del Semi-Estado. De todas maneras les damos nuestras apreciaciones hasta donde las podemos defender y fundamentar, teniendo como base el desarrollo histórico de la dinámica de la lucha de nuestra clase.


Sobre el debate como arma del proletariado y el despertar de la clase.

Para finalizar, y en relación a lo que menciona sobre nuestra disposición a “celebrar reuniones o acciones conjuntas con los anarquistas”, creemos que el proletariado necesita debatir y reapropiarse de su historia. Necesita tener confianza en su revolución, necesita luchar autónomamente contra el capital fuera de las izquierdas, de los partidos burócratas que se hacen llamar Comunistas o Socialistas. Por eso, es tarea de las minorías revolucionarias, de los sectores más clarificados de la clase que comprendemos la dinámica de la lucha y las relaciones sociales de existencia del capitalismo, entablar lazos de debate y discusión. Nosotros estamos dispuestos a debatir con minorías revolucionarias que tengan una visión internacionalista, que rechacen a la izquierda y sus frentes, que sean intransigentes a la hora de defender las posiciones de nuestra clase. Asegurando que la lucha proletaria es contra las relaciones capitalistas de explotación, y no contra algún país, multinacional o empresa capitalista. Vemos con entusiasmo que la actual lucha de nuestra clase nos revela una etapa combativa y revolucionaria. La perspectiva comunista crece a cada instante, con cada huelga masiva, con cada rechazo a seguir los parámetros de los sindicatos serviles al capital, las minorías revolucionarias comienzan a salir y a criticar el pasado vergonzante que dejó el estalinismo. Lo mejor que podemos sacar del pasado son las lecciones, aprender de ellas y avanzar por el camino revolucionario, hacia la emancipación nuestra clase, hacia el Comunismo.

Lamentablemente no hemos podido profundizar muchos puntos en estas breves líneas. De hecho que han quedado cabos sueltos en las posiciones que vertimos. Pero la teoría proletaria es así, no está resumida en un manual, sino que está viva y se desarrolla junto a la lucha del proletariado tanto práctica como teórica.


Esperamos recibir las críticas, alcances y preguntas correspondientes. El debate está abierto.


Grupo de Esclarecimiento Comunista – G.E.C.


[1] El conversatorio tuvo como título “¡Todo el poder a los soviets! – por un análisis crítico de la Revolución Rusa.”, convocado para el día 15 de octubre en la facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM.

Extraido de: Humanidad, Nº 17. Lima. Enero, 2011.

Ps: aqui pueden leer el articulo sobre ¿Todo el poder a los soviets?

¿Todo el poder a los soviets?

o tambien

http://humanidad.webcindario.com/numero-16/16-07.htm

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Comunicado del Archivo FOPEP

Los compañeros del Archivo digital de la FOPEP hacen saber que ya cerca del 65 % de los periódicos digitalizados que llegaron desde Europa se encuentran en la web del archivo. Para fines de diciembre se estará colocando los números de Germinal y El Oprimido. Mientras que en los primeros meses del próximo año culminaremos el trabajo con todo aquel paquete que gentilmente se nos proporcionó, colocando los números de El Hambriento.

Asimismo para fines de diciembre subiremos a la web el primer libro de oficios de la FOPEP y los escaneados de algunos libros clásicos del anarquismo que posee el grupo Humanidad.

Agradeceríamos mucho a todo aquel que desee aportar en el incremento de esta colección digital: o suministrándonos los originales o copias fotostáticas de materiales antiguos sobre el movimiento libertario que tengan en su poder, para luego nosotros digitalizarlos y, al terminar, hacer su devolución correspondiente; o tipeando algunos números del los periódicos que ya se encuentran en la web en formato pdf.

Para finalizar, les informamos que se está proyectando abrir una biblioteca pública en el local de la FOPEP. Para el incremento de su material solicitamos a nuestros lectores sus donaciones bibliográficas (libros, periódicos y revistas en cualquier estado y que aborden cualquier tema). Donaciones que serán registradas en las actas de la propia Federación y que recibirán una constancia de recepción por parte del presidente de la FOPEP. Así como la publicación de los aportes bibliográficos en los números venideros de Humanidad.

Gracias por su atención y hasta pronto.


Lima, diciembre del 2010.

Tomado de: periodico libertario Humanidad, n°17 – Enero 2011 (Lima)

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MANUEL GONZÁLEZ PRADA (1844-1918): HISTÓRIA, DEBATE E PENSAMENTO

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Radici dell’anarchismo in Perù

In Perù, quel profondo movimento culturale e revulsivo che è l’anarchismo ha radici centenarie. Quando apparvero in America Latina, i movimenti con tratti socialisti libertari provenienti da fonti multipli. Una di esse fu l’influenza degli sconfitti della Comune di Parigi, che si stessero per tutta America dopo 1871, portando con se l’eco fermentale della sua lotta. Inoltre gli internazionalisti della Prima Internazionale dei Lavoratori, che hanno contribuito alla coscienza della forza di lavoro organizzato, generando l’autostima della loro forza e la solidarietà tra i proletari: »L’emancipazione dei lavoratori deve essere opera dei lavoratori stessi». Moto vivo.

Pero l’anarchismo ebbe nel Perù la coincidenza di un’altra forza potente. L’organizzazione ribelle ed internazionale incomincio nel Perù a livello di altri popolo latinoamericani, per le stesse necessità. Ma per sorpresa dei primi anarchici, costatarono che il comunismo agrario libertario, con radici in Villamar e Nuova Granada, coincida totalmente nello spirito del collettivismo agrario comunitario degli ayllus(1), dei quechuas-aymaras(2), dei calpulli(3), dei maya aztechi o il mir russo. Nel Perù come in tutto il tawantisuyo(4), era distinto il socialismo di Stato del Impero Inca. Manteneva l’orizzontalità della sua organizzazione tribale, e il tempo vitale delle sue etnie.

Se distacco su come valutare queste caratteristiche, tra altri, Manuel Gonzalez Prada, che ricevette l’impronta del movimento operaio anarchico internazionale, esercitando alla sua volta una influenza profonda sull’anarchismo peruviano.

La Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú” sorse in 1904 (noi iniziavamo una guerra civile) lottando per il riconoscimento dell’organizzazione delle otto ore di lavoro. In 1907 gli anarchici crearono il Centro Socialista »Primero de Mayo», che diede origine al Centro di Studi Sociali »Primero de Mayo». In 1913, gli anarchici organizzarono una Federazione Operaia Regionale Peruviana con statuti simili alla Federacion Obrera Regional Argentina (FORA).

In 1919, il dirigente studentesco Haya de la Torre diffonde la dottrina della socialdemocrazia, insieme a Mariátegui e César Falcón, propiziando un socialismo di Stato. Contrario a lui fu Gonzalez Prada, che adottava l’internazionalismo di azione diretta della Prima Internazionale nella sua opera »Horas de Lucha» di 1908 (Uruguay pativa al repressore Williman e al capo della polizia West) .

Dopo continuava la sua attività anarchica nel giornale libertario Los Parias.

I fratelli Flores Magon, Praxedes de Guerrero ed Emiliano Zapata in Messico ebbero un piede indigeno, come i leader operai peruviani di principio secolo, come Franken e Gutarra, giornalisti e organizzatori operai classici che espressero la propaganda libertaria.

E’ già noto nell’attualità la lotta di Gonzalez Prada e compagni. Da un lato contro i propagatori della socialdemocrazia marxista, la stessa che in Russia sboccherebbe nello zarismo rosso, e di seguito nel capitalismo svilupista attuale.

Su un secondo fronte fu contro il populismo nazionalista dell’APRA (Alleanza Popolare Rivoluzionaria Americana), cui triste finale, per vaticinio di Gonzalez Prada, viene da parte del governo di Alan García, amministrazione che scompare tra gli scandali di corruzione e alla fine consegnare il paese, molto simile in tutto al governo spagnolo di Felipe Gonzalez.

¿Avevano ragione o no gli anarchici peruviani, che con Gonzalez Prada combattevano i governi populisti da 1905? La rivoluzione russa e il chiamato socialismo marxista, con la sua Terza Internazionale, isolarono l’anarchismo, impostando un dibattito politico parlamentario, il quale, con la prova esperimentale, perse per sempre il marxismo, sottraendolo per sopravvivere l’adattamento di idee libertarie

¿Si deve ripetere il processo una, un’altra e altra ancora?

LAG

(Opcion Libertaria)

Articolo apparso sul giornale Tierra y Libertad, n° 187 – Febbraio 2004

    1. Ayllu: è un modello di vita o di forma ancestrale degli indigeni – indios.

    http://it.wikipedia.org/wiki/Ayllu_%28tribu_inca%29

    2. Quechua: Quechua si intende l’insieme degli individui che, pur appartenendo a differenti sotto-gruppi etnici, hanno come lingua madre una lingua appartenente alla famiglia quechua e vivono prevalentemente tra Perù, Bolivia ed Ecuador.

    Aymara: Gli Aymara sono una popolazione che vive prevalentemente nelle vicinanze del Lago Titicaca tra Perù, Bolivia, il nord del Cile e il nordest dell’Argentina.

    3. Calpulli: Nella soietà azteca precolombianaun Calpulli (nahuatl: [kalpo:lli] che significa «grande casa») era il termine che designava un’unita’ organizzativa più piccola dell’Altepetl (citta’-stato)

    4. Tahuantinsuyo: è il nome originale dato dal popolo incae dalla storiografia all’insieme di territori uniti governati dalla monarchia incaica.

Traduzione. (A)ntonio

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(Lima) 3ras Jornadas Anarquistas:

3RAS JORNADAS ANARQUISTAS
SABADO 15 de ENERO
Salon Imperial Cailloma 824 Lima
Oreganiza: Grupo Orwell
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HISTORIA DE LAS LUCHAS SOCIALES DEL MOVIMIENTO OBRERO EN EL PERU REPUBLICANO 1858-1917

INDICE

PRIMERA PARTE

ORIGEN Y FORMACION DEL MOVIMIENTO OBRERO PERUANO

CAPITULO PRIMERO: COFRADIAS, GREMIALISMO Y MUTUALISMO.
1.- Las cofradías en la Sociedad Colonial
2.-El Primer Paro de Lima, en 1684
3.-Las Actividades Gremiales en el Virreynato
4.-Los Gremios en Lima Colonial
5.-Los Gremios en los inicios de la República
6.-El Progreso Industrial en el primer Gobierno de Ramón Castilla
7.-La Economía Peruana en los momentos previos a la aparición del Mutualismo
8.-La Situación de los Artesanos de Lima, en 1859
9.-El Conflicto de Puertas, Ventanas y Molduras Extranjeras en la Ciudad de Lima en 1859
10.-El Mutualismo
10.1.-Etapas en la Evolución del Mutualismo
10.1.1.-Etapa de Formación
10.1.2.-Etapa de Consolidación
10.1.3.- Etapa de Decadencia
11.-Inicio y Expansión de las Entidades Mutualistas
12.-El Mutualismo durante la Guerra con Chile
13.-El Civilismo en la escena nacional
14.-Huelga de Tipógrafos de 1883
15.-La Situación Económica y Social de Lima después de la Ocupación Chilena
16.-La Confederación de Artesanos Unión Universal
17.-Fundación, organización y Actividades de la C.A.U.U.
18.-La Huelga de Panaderos de 1887
19.-El Mutualismo en Provincias
20.-Decadencia del Mutualismo
20.1.-Presencia del Anarquismo
20.2.-Desarrollo de la Industria y Aparición del Proletariado
20.3.-Práctica gremial de convivencia con los grupos de poder político
20.4.-Desconocimiento de la realidad nacional
20.5.-Intervención del estado en los asuntos laborales

CAPITULO SEGUNDO: EXPANSION INDUSTRIAL Y LUCHAS SOCIALES EN LA ULTIMA DECADA DEL SIGLO XIX Y COMIENZOS DEL XX
1.-El proceso Industrial a Fines del Siglo XIX
2.-La Huelga de Panaderos. Enero de 1887
3.-La Huelga de Cigarreros y Tipógrafos. 1896
4.-La Huelga de los Trabajadores Textiles de Vitarte. 1896
4.1.-Los orígenes de la huelga en el marco del Gobierno de Don Nicolás de Piérola
4.2.-Los Sucesos
4.3.-La intervención del Diputado Obrero Santiago Giraldo
4.4.-Balance del Conflicto
5.-La cuestión Obrera de Lima a comienzos del Siglo XX
6.-La Huelga de los Cocheros. Lima 1900
7.-El primer Congreso Nacional Obrero
7.1.-Objetivos del Congreso
7.2.-Las Juntas Preparatorias
7.3.-La problemática Obrera en el Congreso
8.-La Asamblea de Sociedades Unidas
9.-La Huelga de Panaderos de 1901

CAPITULO TERCERO: EL ANARQUISMO Y EL MOVIMIENTO OBRERO
1.-Orígenes del Anarquismo en el Perú
2.-El Anarquismo y los Centros de Estudios Sociales
3.-Christian Dam y la Liga de Libres Pensadores
4.-Apuntes Biográficos de Don Manuel Gonzáles Prada
5.- La Unión Nacional y la Clase Obrera
6.-Manuel Gonzáles Prada y el Obrerismo Peruano
6.1.-Lucha contra el Capitalismo
6.2.-El concepto de Trabajo
6.3.-Crítica a la C.A.U.U.
7.-Manuel Gonzáles Prada y la Alianza de los Trabajadores Manuales e Intelectuales
8.-Manuel Gonzáles Prada y los objetivos de la Clase Obrera
9.-El Anarquismo en el Movimiento Obrero peruano
9.1.-Anarco-Sindicalismo
9.2.-El Anarquismo en las Celebraciones del Día del Trabajo
9.3.-Prensa Obrera: “Los Parias”
10.-la Huelga de los Jornaleros del Callao. 1904
11.-“Humanidad” y los Sucesos Laborales de 1906
11.1.-La Huelga de los Jornaleros del Callao de 1906
11.2.-La Huelga de Vitarte de 1906
12.-La Huelga de Iquique. 1907
13.-La Huelga de Vitarte. 1911
14.-Zoila Aurora Cáceres y el Movimiento Obrero
15.-Billinghurst y la Realidad Política-Sindical de 1912-1915
16.-La Huelga de los Petroleros de Talara. 1913
17.-La Jornada de las 8 horas en el Callao. 1913
17.1.-Efectos del Triunfo de las 8 Horas en los Gremios del Callao
18.-La Imprenta Proletaria
19.-La Huelga de Vitarte de 1915
20.-Los Movimientos de Jornaleros y Obreros en Huacho. 1916-1917
20.1.-El anarco-sindicalismo en Huacho
20.2.-La Huelga de Jornaleros de 1916
20.3.-La Huelga de los Jornaleros de 1917

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PRIMERA PARTE

ORIGEN Y FORMACION DEL MOVIMIENTO OBRERO PERUANO

CAPITULO I: COFRADIAS, GREMIALISMO Y MUTUALISMO

1.- LAS COFRADÍAS EN LA SOCIEDAD COLONIAL

La empresa de la Conquista, impuesta mediante la espada y legitimada en nombre de la Cruz, trastocó la organización social incásica. España trasladó a las regiones conquistadas su estructura social y las aplicó en todos los órdenes de la vida económica, política y cultural de las nacientes colonias.

Una de las instituciones sociales que llegó al continente, sustentada en principios de la fé católica, fueron las Cofradías; instituciones de carácter solidario y de auxilio mutuo, que tuvieron como objetivos fundamentales; oficiar las celebraciones de índole religioso, festejar las diversas fechas señaladas a los Santos Patrones y perennizar el culto a los muertos, todo esto, combinado con tareas asistenciales entre sus miembros, generalmente provenientes de los sectores más desposeídos.

Estas asociaciones fueron expresión religiosa del feudalismo en Europa; cuyas sociedades nacionales estuvieron, en lo espiritual, inmersas en la práctica de un férreo dogmatismo místico; y en lo económico, bajo la vertical influencia del latifundio. La base humana que sustentaba dicho sistema, estaba compuesto en su mayoría por siervos adscritos a la gleba, que laboraban y producían riquezas, sin más objetivos que subsistir, luchar por su señor y servir a la fé católica predominante, a través de ritos y mandamientos que obligaban las Cofradías.

En el Perú, su establecimiento se hizo inmediatamente después de consolidada la Conquista y cobró auge en la época del Virrey Amat y Juniet, quien recibió de la Corona, normas precisas para su autorización y funcionamiento oficial.

Una disposición real de fecha 9 de Diciembre de 1763, fijó las condiciones a que deberían atenerse para que, sus constituciones de fundación fuesen aprobadas y merecedoras de la Real Licencia. El mismo Amat, con el objeto de mejorar su desarrollo y extirpar los constantes abusos que se cometían con sus rentas, dictó en 1768, el respectivo reglamento normativo. (1)

Las Cofradías en el Perú recibieron este tratamiento, así, en las hermandad más antigua de Lima, la de Petateros y Sombrereros, aparece firmando en sus Estatutos el Rey Fernando VII, el 21 de Agosto de 1763. Más tarde, en 1767, se convirtió en sociedad Fraternal de Sombrereros (2).

En 1879, funcionó como “Sociedad Humanitaria”, teniendo como fines: a) Auxiliar a sus miembros en caso de necesidad, b) Fomentar conferencias públicas, c) Patrocinar todo lo que tiende en provecho de sus asociados, d) Mantener relaciones amistosas con instituciones de la misma índole. En 1895 reorganizó sus actividades bajo la advocación de Nuestra Señora de Santa Ana, del templo de Copacabana.

En sus inicios las Cofradías estuvieron conducidos por españoles y criollos, pero posteriormente, debido a la intervención de la población indígena en las tareas artesanales de la capital su importancia decreció, a tal punto que en el Siglo XVIII los indios llegaron a tener mayoría en gremios y cofradías y ocuparon cargos de importancia en las mismas, como en la Cofradía de Zapateros o de San Crispín, establecida en la Catedral (*).

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* Para mayores detalles del tema ver:

Basadre Jorge. Perú Problema y Posibilidades. Segunda Edición.

Algunas Reconsideraciones Después”. Pub. Banco Internacional del Perú – Lima 1978. Pág. 306.

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También existieron en Lima, Cofradías compuestas por negros, cuya organización y esfuerzo por mantenerlos se debió a la Compañía de Jesús. La mayoría de estas asociaciones se ubicaron en barrios populares, como la calle Lanerías (Jr. Santa), Santa Clara y Malambo (Barrio de San Lázaro). Un autor (3) afirma que en “…Mata Siete, la finca Nº 2458, en 1810 pertenecía a la Cofradía Taitas Mondongos y la casa siguiente Nº 2459 pertenecía a la Cofradía de los Congos. Muchas veces estas Cofradías se hacían presentes en actividades públicas, así en 1812 al saberse el nombramiento de Baquíjano y carrillo como consejero de Estado, se presentaron a “darle satisfacción” entonando sus cantos y con sus bailes característicos, de lo cual hizo descripción el poeta argentino Mirella”.

Según William Bennet, fue propósito de las Cofradías, ayudar a los esclavos que no habían conseguido buenos amos, y a los infortunados, de encontrarse con malos. Para cumplir tal objetivo sostuvieron un fondo a fin de utilizarlos en su liberación. Los esclavos beneficiados con esta ayuda, pasaban al servicio y propiedad de las Cofradías, debiendo pagar a las mismas –en señaladas cuotas- el dinero pagado para su manumisión. (4)

Muchos negros, miembros de Cofradías, constituyeron en algunos casos, bandas de malhechores. Pero también gran parte de ellos formaron partidas de guerrilleros que se pusieron a órdenes de San Martín, durante la Campaña Emancipadora. Con el tiempo se vincularon con los gremios, por la necesidad de estos de organizarse bajo la advocación de un santo o patrón, a fin de recibir protección espiritual para su funcionamiento.

Estas instituciones religiosas y benefactoras fueron protegidas por las Leyes de Indias, y funcionaron sin interrupción a pesar de las guerras de la emancipación y del advenimiento del período Republicano. Su multiplicación cobró fuerza, cuando Ramón Castilla abolió la esclavitud en 1858, y la membresía de las mismas se incrementó por la presencia de negros y esclavos recién liberados. Es aquí cuando los fines religiosos tienen que confluir con los fines sociales de los sectores menos protegidos de la sociedad. Esa tónica de funcionamiento independiente dura hasta el año 1889, cuando la administración de Cáceres emite la Ley del 2 de Noviembre del citado año, por la que los bienes de las instituciones cofradiales pasan a ser administradas por la Beneficencia Pública (5).

Por sus finalidades, las Cofradías no entraron en conflicto con la sociedad de entonces; por lo mismo, nunca cuestionaron las injusticias sociales existentes. Mas bien, actuaron contribuyendo al estado de conformismo espiritual y material de los trabajadores que tenían como miembros. Por ello, Castilla Larrea dirá que sus miembros eran “unas almas de Dios” que “formaban sociedades, centros, clubs, por ese espíritu gregario, incoloro y místico” (6). Por su parte, Zitor (7) expresará que dichas agrupaciones, sobre todo las que vinieron funcionando en los años anteriores a 1855, “carecieron de todo espíritu progresista, constituyendo en realidad, especies de cofradías y hermandades que sólo aspiraban fines religiosos”.

Se puede decir que las Cofradías, fueron producto de la intolerancia religiosa y de la ausencia de libertades políticas, que caracterizó al Virreynato Peruano (8).

2.- EL PRIMER PARO LABORAL EN LIMA DE 1684

La ciudad de Lima, como centro económico y político del Virreynato, siempre fue objeto de múltiples incursiones de corsarios y piratas ávidos de poseer las riquezas que guardaba. Entre 1670 y 1790, la amenaza se acentuó, motivando la reacción de las autoridades coloniales que organizaron expediciones marítimas, a fin de localizarlos y destruirlos.

La zozobra que ocasionó en la población limeña, la presencia de Sir Francés Drake, Cavendisch y el marino holandés Jorge Spitberg, determinó que los Virreyes dispusieran alistamientos o “muestras”, a fin de preparar en el uso de las armas, a todo hombre apto, para defender la Capital. El Virrey Arzobispo, Liñán de Cisneros, considerando que dicha medida era de resultados relativos ideó como fórmula de solución, el amurallamiento de la ciudad, preparando para el efecto, las bases técnicas de su construcción e inversión. Su sucesor, el Virrey Duque de la Plata, se encargó luego de convertirlo en realidad, para lo cual, encomendó el cumplimiento de la empresa, al oficial artillero don Luis Venegas Osorio, asesorado por el sabio presbítero Juan Ramón Koening y el alfarife Manuel Escobar.

Primera medida, fue convocar –mediante bando- a “muestras” de negros mulatos libertos, a fin de que sirvieran como peones en la obra, enrolándose progresivamente cercad e 500. Los trabajos se inauguraron el 30 de junio de 1684 por el lado de Monserrate, colocando el Virrey Duque de la Palata, los primeros cimientos.

Las labores comenzaron con el entusiasmo, tanto de los peones como de la población limeña que esperaba con ansiedad la culminación de tan importante obra de defensa. Pero, un conflicto por razones salariales, ensombreció el panorama a la segunda semana de iniciada. Los trabajadores no se presentaron a laborar, pretextando que se les abonaba un real menos de lo estipulado (cinco en vez de seis). La paralización alarmó a los habitantes de la ciudad, por sus efectos en el campo de la seguridad. Por tal razón, el Virrey dio a conocer un Bando, el 11 de Julio del citado año, ordenando a toda la peonada, en términos conminatorios, a seguir los trabajaos y ganar los cinco reales, so pena de ser conducidos a las Islas del Callao en calidad de detenidos.

A pesar de la medida, se acentuó la resistencia de los peones de acabar la obra en la fecha fijada, motivando que el Virrey dictase un tercer Bando en Marzo de 1686, disponiendo que “todos los peones y albañiles de la ciudad se dedicaran a impulsar y apresurar la terminación de murallas dejando entretanto en suspenso cualesquiera otras obras so pena de 20 pesos de multa por cada día de infracción” (9).

Las defensas se terminaron de construir aunque incompletamente en dos años, arrojando un gasto de 680,000 pesos. La obra perduró dos siglos y terminó con el tiempo constituyendo un obstáculo para el progreso, por lo tanto fue necesario demolerla, para permitir el crecimiento urbano de la Capital.

3.- LAS ACTIVIDADES GREMIALES EN EL VIRREYNATO

La economía Colonial transformó la Organización Social en las regiones conquistadas. AL diferenciación de clase que originó, se asentó en tres factores: el color de la piel, la riqueza acumulada y la posición dentro de la jerarquía administrativo-política virreynal de sus miembros.

El cuadro estratificativo se distribuyó de la siguiente manera: una clase compuesta por el Virrey, allegados inmediatos, altos funcionarios, comerciantes, negociantes prósperos y el clero; en su mayoría españoles de nacimiento. Una clase media conformada por propietarios de pequeñas industrias, auxiliares de comercio, empleocracia de la administración colonial y de la enseñanza (compuestos por lo general por criollos y mestizos) y, una clase baja en donde la base estaba sustentada en el indio, “mozo de cuerda en las ciudades, obrero agrícola en los campos y mineros en los socavones metalíferos; y en la última escala el negro esclavo” (10).

Los dos primeros estratos, desenvolvieron su vida social y económica en medio de círculos oficiales y privados, donde primó el boato y el derroche. Para cubrir las crecientes necesidades de estos sectores se necesitó tempranamente expertos artesanos, capaces de satisfacer la demanda de vestidos, zapatos, riendas, estribos y monturas para los caballos, talladores de muebles y otros.

El crecimiento inusitado de estas actividades y el desarrollo comercial y de servicios de la capital, determinó el progreso institucional de los artesanos; proceso que siguió el cartabón europeo de organización y funcionamiento, apareciendo así los gremios en el Perú, como necesidad de los gobiernos locales de organizar el trabajo en una ciudad que, como Lima, iba extendiéndose rápidamente, y con ella, los problemas de satisfacción de sus necesidades vitales de existencia.

Punto de partida en el nacimiento y evolución de los Gremios, son las ordenanzas aprobadas por el Ayuntamiento y sancionadas por el Virrey. En ella se establecían una serie de disposiciones que rigurosamente había que cumplir. Estas son:

– Jerarquías: para determinar a los maestros, oficiales y aprendices.

– Jurados: para describir, evaluar y terminar los conflictos.

– Alcaldes: que eran los Presidentes de las Juntas encargadas de dirigir los Gremios.

– Mayores: que manejaban los fondos.

– Veedores: para la vigilancia. Entre otras se fijan ciertos detalles sobre el examen de los aprendices y oficiales, sobre la facultad de los vendedores, etc. etc. (11).

Los gremios, en sus inicios tuvieron aliento y protección del Virrey Toledo, quien proveyó que tuvieran “alcaldes, jurados y veedores del oficio peculiar, registros y exámenes de competencia y reglamentos; entre los que cabe destacar el descanso dominical obligatorio, consagrados en estatutos, de los cuales se conservan algunos. Cada Gremio tenía su capilla y su santo, y celebraban sus fiestas patronales suntuosamente reunidos en Cofradías” (12).

Así se sustituyeron los gremios como asociaciones de carácter económico y religioso, de personas identificadas por la misma actividad de trabajo y reconocidas por la autoridad colonial como tales. Formaban corporaciones de maestros, oficiales y aprendices, que se conducían por ordenanzas u estatutos especiales, aprobados por el poder y sistema vigente. Socialmente, los tres componentes de la actividad de trabajo gremial, estaban muy cercas entre sí; las diferencias se sustentaron en el conocimiento y habilidad artesanal desempeñada.

Los que trabajaban en los Gremios, eran los artesanos, quienes estaban organizados bajo un rigorismo jerárquico, y en donde la tradición y las reglas de ingreso, significaban todo un procedimiento de adscripción y fidelidad institucional.

Los lugares donde se establecieran los Gremios-sitios y calles, recibieron el nombre del oficio que se practicaba. Así, en Lima nacieron Plateros de San Agustín, Mercaderes, Botoneros, Polvos Azules, Espaderos, etc.

Los gremios cumplieron las siguientes finalidades en la Colonia:

a) Sociales.- Incentivando la solidaridad de sus miembros a fin de que pudiesen hacer frente a las arremetidas de las autoridades virreynales. Capacitando a sus integrantes para asegurarles un oficio y trabajo que los protegiera de cualquier contingencia.

b) Técnicas.- Señalando las formas de elaborar los diferentes bienes encomendados, y cuidando que su calidad sea compatible con el encargo dado, a fin de no desprestigiarse.

c) Comerciales.- Señalando precios a los bienes producidos, los mismos que tenían que guardar correspondiente equivalencia con normas impuestas por la autoridad colonial.

d) Benéficos.- Protegiendo a los enfermos, viudas y huérfanos, a quienes se les reconoció su situación social a través de los respectivos reglamentos (13).

Principal preocupación de los Gremios fue la de mantener el monopolio de sus oficios. Philip Taft, al respecto, manifiesta que “ese monopolio lo conservaron mediante algunos reglamentos que regulaban las horas de trabajo, el trabajo nocturno y el trabajo en días festivos” (14).

También la competencia fue eliminada por la acción de los severos reglamentos. Óscar C. Álvarez, expresa que “impidió de un modo terminante la superproducción de productos, previniendo desde luego la fijación del número de trabajadores y aprendices que fuera menester para producir los artículos necesarios para el consumo de la sociedad” 15).

La adscripción a los diferentes Gremios se logró mediante el esforzado aprendizaje y el pago de cuotas de admisión. El aprendiz se comprometía a servir al maestro durante un determinado tiempo; este, por su parte, se obligaba a dar alojamiento y alimentación, y a enseñarle la profesión, que lograda, determinaba su pase a la categoría de Oficial con el derecho de emplearse y recibir un jornal. El tiempo haría el resto, pues la mayoría de oficiales llegarían a ser patrones y maestros.

Guillermo Lora, mencionando al Gremio de Carpinteros de La Paz (Bolivia) y su Reglamento, dice que: “Sólo podía ser maestro el oficial que había acumulado cierta cantidad de dinero, que daba muestras de pericia y poseía las herramientas necesarias para el funcionamiento del taller. El reglamento no se limitaba a impedir el aumento excesivo de maestros y la consiguiente competencia entre ellos, sino que entrababa el paso del oficial a la condición de maestro” (16). Igualmente fue en el Perú.

El trabajo gremial en la Colonia se efectuó bajo la vigilancia de las autoridades, tanto políticas como eclesiásticas; estos, determinaron los días que siendo festivos podían ser laborables, con una autorización expresa que emanaba de ellos. Pero a la vez los gremios se aseguraron del sistema y el monopolio de la producción y comercialización de los productos por ellos trabajados.

En suma los gremios se constituyeron como el principal centro de vida social y laboral de la Colonia.

Proporcionaron ayuda y solaz a sus miembros en días de pena y dolor; al mismo tiempo que ayudaban a celebrar los festejos religiosos, bajo el amparo de la Iglesia y de la Cofradía a que estaban ligados.

4.- LOS GREMIOS EN LIMA COLONIAL

A medida que la estructura de dominación colonial se acentuó, creció en la capital el consumo de artículos suntuarios de fiestas religiosas y cívicas, contribuyó a que el sentido de ostentación y el boato se extendieran rápidamente. Por tal motivo los primeros Gremios que recibieron permiso oficial para su funcionamiento en la primera mitad del Siglo XVII, fueron los sastres, sederos, pasameneros, zapateros y espaderos.

Jean Descola, afirma que en la ciudad de Lima “… comer, vestirse, perfumarse, distraerse, para muchos limeños, ésta era su ocupación esencial”. Era igualmente en ese dominio donde se destacaban más las diferencias sociales. Juzgaban o “estimaban a la gente según el lujo de sus atuendos o la calidad de la mesa”. (17). Fiestas como la de Amancaes, carnavales, procesiones religiosas diversas, así como la asistencia de las élites a la corrida de toros y vida cultural intensa, contribuyó a que existiese un mercado permanente de consumo de platería, albañilería, tintorería y otros, a los cuales había que servir con celeridad, toda vez que los artesanos españoles no se dieron abasto para cubrir estas necesidades.

Dicho vacío fue cubierto paulatinamente por indios y mestizos que laboraban en las cercanías de la capital, quienes se dedicaron por completo a la actividad artesanal, tomando como referencia la técnica dejada por los españoles, pero a la postre, mejorándola. El desarrollo de las citadas ocupaciones llamó la atención de las autoridades virreynales, tanto por el número de miembros que llegó a tener como por la diversidad de oficios y personas que se servían de ella. De allí que su existencia fuese reconocida legalmente y sus funciones normadas a fin de que contribuyesen a la economía colonial, ello explica la protección, mercedes y privilegios que recibieron en los siglos XVI y XVII.

Le Sieur Bachelier, viajero francés que se encontraba de paso por la ciudad de Lima, afirma que en 1709 existía “…una corte soberana, una célebre Universidad y algunas fábricas de géneros, una papelería y una vidriería” (18). Amadie Froncois Frezier, ingeniero de fortificaciones, de nacionalidad francesa, realizó en 1713, una descripción de la capital, y enfatiza el derroche y el boato de hombres y mujeres, menciona a los criollos en su dedicación al comercio, oficios y las Artes, y describe la existencia de obreros que viven de su trabajo manual. Pero se expresó peyorativamente de ellos porque, dice, no laboran como europeos. Es posible que la mención a las fábricas sea en realidad a la de los grandes talleres artesanales, creadas para servir a las élites y cuya organización estuvieron encomendadas a los gremios respectivos (19).

William Bennet, viajero inglés que llegó a Lima en 1804, refiere que la población indígena se dedicaba a atender a los mas acomodados de la ciudad, en la “confección de flecos, lazos de oro, espalderas y bordados; algunos son sastres y otros atienden negocios, pero muy pocos son sirvientes o mecánicos,”. En clara alusión a los artesanos especializados dice: “Los sombrereros son bien hechos en Lima, lo mismo que los zapatos y botas”. Menciona que los requerimientos en la confección de vestidos, motivó que un español, Don Matías de la Reta, estableciese telares y otras máquinas para tejer telas de algodón y confeccionar artículos ordinarios del mismo material. Refiere finalmente que en la ciudad de Lima existían artesanos mecánicos, carpinteros, constructores de molinos, herreros, reparadores de sus propias herramientas. Dichos trabajadores estaban agrupados en entidades de carácter gremial. (20).

El reconocimiento de los artesanos para el desempeño de funciones públicas, fue hecha por Real Cédula del 18 de Marzo de 1783, que declaró honrados a todos los oficios y hábiles a los artesanos para ejercer cargos municipales. En la práctica esta cédula no se llegó a publicar en las Indias, por razones de carácter político, pero la forma de elegir artesanos provenientes a su vez de gremios reconocidos, se institucionalizó en el Periodo Republicano.

Con el mencionado dispositivo legal, la actividad artesanal creció rápidamente, como también la población capitalina. Al respecto, Robertson, afirma que en 1764 era de 54,000 habitantes (21); para 1790 el censo de población practicado dio 47,796 habitantes, de los cuales 1027 eran artesanos. Esta categoría ocupacional figura al lado de otras como: pulperos, fabricantes y otros. Aunque la cifra cuantitativa no es muy significativa; cualitativamente si lo es, por cuanto expresa en el fondo el crecimiento de una actividad de trabajo, eminentemente de transformación primaria, que mas tarde sentaría las bases del proletariado industrial (22).

Para fines del siglo XVIII, Lima contaba con 53,000 habitantes, de los cuales 1,000 eran artesanos organizados en gremios. Se habían cimentado en ella un mercado local y una incipiente burguesía mercantil urbana (23). Para 1810, la población limeña se estimó en 87,000 habitantes al tiempo de elegirse a los Diputados de la Corte (24). El prestigio de los artesanos permitió que sus actividades y la de los Gremios, se difundiesen en las provincias del país, sobre todo en las urbes de gran densidad demográfica.

La ayuda colonial a la organización de los gremios, permitió que la economía del virreynato mejorase y se diversificase. Los métodos de producción progresaron, y sus resultados se manifestaron con sexito precisamente en la platería, bordado de trajes, panadería, tintorería, jabones, comercio, etc.

La competencia de los productos importados de la península, originó años después la decadencia de las actividades artesanales. A ello se agregó también los continuos acosamientos de las autoridades coloniales a los trabajadores y gremios, a fin de imponer fielmente el monopolio comercial. La aplicación del Decreto CCLXII del 8 de Junio de 1813, dictada por las Cortes de Cádiz y que versaba sobre el libre establecimiento de fábricas y ejercicio de cualquier industria textil útil contribuyó a su definitiva postración (25).

5.- LOS GREMIOS EN LOS INICIOS DE LA REPUBLICA

En las primeras décadas de la República, las actividades gremiales que se encontraban en proceso de decaimiento por la inestabilidad política y económica que sobrevino a los primeros años de vida independiente, tuvieron un lento resurgimiento debido a la emisión de dispositivos legales que reconocieron su existencia y rol en el sistema productivo nacional.

El 30 de marzo de 1825, se organizó por primera vez la contribución industrial, bajo la forma de todas las actividades del Comercio, Artes y Oficios a fin de que pudieran sufragar los gastos del naciente Estado Republicano.

Los primeros en hacerlo fueron los panaderos, zapateros y molineros, a quienes se les fijó una cuota como contribución industrial. El 11 de Agosto de 1826, se emitió un Decreto de Contribución de Patente Industrial. Según este decreto: “nadie podía ejercitarse libremente en algún ramo del comercio, arte, ni ocupación industriosa, sin haber obtenido una patente en que se exprese la naturaleza de su decisión y trato” (26).

El aludido dispositivo legal reconoció la importancia de los Gremios, al asignarle rol preponderante en el desarrollo de la economía del país. Dos normas complementarias como el “Reglamento de Comercio de 1826” y la “Ley de Prohibiciones de 1828”, posibilitaron su resurgimiento, pues impidieron la importación de mercaderías y artículos de subsistencias, entre ellos: el calzado, carruajes, monturas para cabalgar, muebles, ropa hecha, sombreros de paja, tabaco y otros que favorecieron de manera directa a los gremios que se ocupaban de estas actividades en la capital.

La ineficacia administrativa permitió que la contribución de Patentes no diera los resultados esperados, originando que José de la Mar, presidente del Perú, emitiese su abolición en 1827, pero sin que se dejase de gravar la industria, que quedó en un 3%. Un nuevo decreto del 4 de Diciembre del mismo año, lo restituyó, estableciendo cuatro clases tributarias a las cuales debería acogerse el comercio, las artes y los oficios. Inmediatamente los gremios de comerciantes se acogieron al mencionado dispositivo, estableciéndose una jerarquía en razón del pago a la contribución de patentes.

Su aplicación en las demás actividades productivas, permitió clarificar mejor sus objetivos. Al 29 de Diciembre de 1827, las Artes y demás Industrias se jerarquizaban de la siguiente manera:

(CONTINUARÁ…)

Tomado de: Archivo Anarquista del Peru

web: http://archivo-anarquista.blogspot.com/

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