Muere en Lima, Manuel Gonzales Prada, escritor y ensayista peruano

Muere en Lima, Manuel Gonzales Prada, escritor y ensayista peruano :

Escritor peruano, figura más discutida e influyente en las letras y la política del Perú en el último tercio del siglo XIX. Poeta, pensador, ideólogo, periodista y reformador radical en todos los frentes, lo convierte en una personalidad de relieve continental en un momento dominado por el modernismo.

Nació en Lima un 5 de Enero de 1844 y murió un 22 de Junio de 1918. Sus orígenes se remontan a una familia aristócrata de linaje y devoción religiosa. Sus padres fueron Don Francisco Gonzáles de Prada y Doña Josefa Álvarez de Ulloa, recibió el nombre de José Manuel de los Reyes Gonzáles de Prada y Ulloa, que realzaba el hecho de que naciera en una fecha notable del santoral cristiano, cosa que más tarde le disgustaría sobremanera, eligiendo entonces firmar con la forma abreviada de Manuel Gonzáles Prada.

En un célebre discurso en Lima, el año 1886, proclamó: «¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!» convocando a la lucha por el cambio social, contra las malas ideas y los malos hábitos, contra leyes y constituciones ajenas a la realidad peruana, contra la herencia colonial, contra los profetas que anunciaban el fracaso definitivo de América Latina.

Convertido en la voz del nuevo Perú, que debía surgir de la derrota de la Guerra del Pacifico, denunció los males que el país arrastraba por siglos, entre ellos la indiferencia por la condición infrahumana del indígena; su prédica, hecha en un estilo implacable y cientificista con raíces positivistas, fue creciendo en intensidad y radicalismo, como lo demuestran sus obras.

Al volver de un viaje por Europa (1898), empezó a divulgar las ideas anarquistas que había descubierto en Barcelona, y fue identificándose cada vez más con los movimientos obreros anarcosindicalistas. Como prosista, González Prada es recordado principalmente por Páginas libres (1894) y Horas de lucha (1908), obras en las que muestra una creciente radicalización de sus planteamientos.

Defendió todas las libertades, incluidas la de culto, conciencia y pensamiento y se manifestó en favor de una educación laica. En el artículo Nuestros indios (1904), explica la supuesta inferioridad de la población autóctona como un resultado del trato recibido y de la falta de educación. Como poeta, publicó Minúsculas (1901) y Exóticas (1911), que son verdaderos catálogos de innovaciones métricas y estróficas, como los delicados rondeles y triolets que adaptó del francés y, cómo no mencionar, sus Baladas Peruanas (1935), que recogen tradiciones indígenas y escenas de la conquista española que fueron escritas a partir de 1871.

Finalmente, es de destacar su discurso del Politeama de 1888, en el que plantea el problema de si el Perú existe o no como nación ya que desde la creación de la República Peruana este tema fue eludido. Los próceres criollos evitaron responder a la pregunta de ¿Qué somos? Lo evitaron porque algunos de ellos se definieron como «españoles americanos» y el culto por lo hispano, la añoranza de la Madre Patria, caracterizaba al grupo criollo hegemónico en el Perú y, al mismo tiempo, que acrecentaba su desprecio por lo indígena. Jamás llego a existir rasgo alguno de identidad colectiva que nos definiera como nación.

Rindamos homenaje a este ilustre peruano en un aniversario más de su fallecimiento, dedicando unos minutos de este día a reflexionar sobre su pensamiento y sus obras, que nos orientarán ahora para la mejor comprensión de nuestra nación.

Tomado de: http://www.deperu.com/calendario/junio.php?dia=22&cel=459

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